Un reciente artículo de la revista Forbes hizo un paralelismo entre educar hijos y ser trabajador, en tanto ambos quehaceres son proyectos que requieren planificación, liderazgo y fortaleza emocional para conseguir éxito. De acuerdo con esto la empresa y la familia, como sistemas que son, se influyen e interactúan mutuamente a través de las dinámicas sostenidas y la puesta emocional que las acompañan.

Entonces si hay relaciones familiares satisfactorias, hay un trabajador dispuesto y productivo; por el contrario, un ambiente familiar hostil o estresante puede configurar síntomas que impactarán negativamente en el rendimiento laboral y por ende en la satisfacción profesional. Uno de esos síntomas es el burnout, definido por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad emocional vinculada al ámbito laboral que es causada por el estrés en el trabajo y el estilo de vida del trabajador.

En búsqueda de innovación, los modelos de capacitación de Animus para el personal de las empresas son pensados de manera integral, es decir, buscando impactar no solo el contexto laboral sino proyectar el conocimiento pragmático al núcleo familiar, apoyando de esta manera el bienestar y la calidad de vida del capital humano.

De allí que este taller, diseñado para empresas con vitalidad organizacional, tenga como objetivo mejorar el rendimiento en el trabajo y el clima organizacional a través del empoderamiento de roles parentales y familiares en quienes hacen la empresa.